Cuando ves que nada cambia terminas por cuestionarte el por que de las cosas, me he estado arriesgando durante mucho tiempo en mi empresa para intentar ser alguien, apostando fuerte por ellos, aprendiendo cada día cosas nuevas, pero tanta vocación no ha servido de nada, para que tanto esfuerzo si después ni tan siquiera te evalúan como es debido y tienes que buscarte la vida fuera. Es una pena ver que la pequeña empresa, en la que realmente se evaluaba a una persona a dejado paso a las grandes multinacionales donde solo vales la necesidad que ellos tengan de ti, y desde luego, como solo eres un numero con nomina siempre serás prescindible, alguna persona vendrá con menos pretensiones económicas y verán que donde antes el trabajador 101.304 se llevaba 900€/mes ahora pueden poner al trabajador 162.036 que solamente quiere 850€/mes. Esa es la cruda realidad de nuestra triste vida, una hipoteca que entre dos trabajadores se paga con muchas dificultades, una sociedad consumista que hace...